viernes, 27 de mayo de 2011

como son las cosas...

Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre. Joder, que razón tienen.
La semana pasada una puerta se cerró, lo cierto es que no me afectó demasiado lo veía venir desde que se abrió, pero eso es lo de menos, lo de más es que con el paso de los días noto que vuelvo a ser yo, cada poro y cada sentido vuelven a estar despiertos. He estado aletargada durante todos estos meses, a nivel emocional y creativo.
Resumiendo...has sido una patada en el culo, en MI culo y ahora es cuando lo estoy percibiendo con total claridad.
Sentirse cohibida sea por el motivo que sea nunca es bueno y yo me sentía así. Me lo he pasado genial contigo, pero no era yo misma...de qué cojones sirve estar con alguien si eres incapaz de mostrarte tal y como eres? no ha sido culpa tuya. No. Simplemente tu personalidad arrollaba la mía y yo me quedaba azorada, en segundo plano. Supongo que desde el primer momento supe que estábamos en estratosferas distintas imposibles de fusionar...
No pasa nada, esto es lo que me llevo de lo vivido estos meses: un buen sabor de boca y sentirme, ahora, más viva de lo que estado en mucho tiempo.
Volveremos a vernos, estoy segura pero la próxima vez seré yo y no un clon serie B de mi misma.
Ahora vuelve a haber luz, la mía propia...

viernes, 20 de mayo de 2011

Se apagó...

Y la luz se apagó.
Se ha ido desvaneciendo poco a poco hasta dejarme en penumbras de nuevo.
Pensé que, quizá, fuí yo la culpable de su extinción. Intenté protegerla como pude, nunca me acerqué demasiado por si me quemaba, lo suficiente para sentir su calor y cobijarla del sopido del viento...no contaba con las corrientes de aire.
Fueron ellas las que la apagaron.
No pude luchar...no tuve nada que hacer.
Era de esperar, desde que esa llama prendió, he temido constantemente que se apagasé...aún no he logrado entender como aguantó tanto tiempo encendida, yo no la daba ni dos días de duración...
Asi que de nuevo a oscuras, bueno casi a oscuras...una llamita persiste. Es minuscula, pero me permite ver, me permite continuar con mi camino.
Aún asi, echaré de menos la luminosidad que durante este tiempo me ha acompañado. Era una llama muy bella, en ocasiones chisporroteaba de un modo muy divertido y cuando quería era cálida, muy cálida...