viernes, 10 de julio de 2009



Se lamenta y entre sus manos sostiene una maraña de plumas ensangrentadas.
Ni siquiera recuerda como paso, solo percibe el dolor palpitante en su espalda,
las lágrimas surcando sus mejillas...pequeñas perlas saladas que no cesan de manar de sus ojos apagados.

Y solloza...

Un regusto amargo invade su pecho y le sube por la garganta.
Entonces recuerda...
Recuerda como él, la despojo de sus alas, arrancando una por una sus plumas mientras al oido le susurraba que no se preocupase, que seria mejor asi.
Ella lloraba de dolor, se retorcia en un intento de liberarse de él, de sí misma.
Esfuerzos inutiles, puesto que ya hacia tiempo que él poseia su voluntad.
Finalmente su cuerpo se libró del dolor llevandola a la inconsciencia.

Al despertar, se encontró sola y arrancadas sus alas.
Y comprendio, que ese qué con dulce voz la hizo creer que seria su salvador,
resulto ser su destructor.

Porque a un angel... nunca deberian cortarle las alas.

2 comentarios:

Paco Guerrero dijo...

si no dartelas,para volar en libertad y volver si asi lo deseas,como yo vuelvo a tu espacio.
por que me atraen tus palabras y la forma de expresarlas.
un abrazo

Persefone dijo...

Paco Guerrero: Gracias. Como siempre, me dejas sin palabras.

Besos